Queridos electores:
Ayer participé en un debate en la cadena SER junto a otros cuatro candidatos a la alcaldía de Tres Cantos. No diré que estaba nervioso ni preocupado, porque a estas alturas uno tiene muy claro que lo que defiende es lo que cree y lo que quiere para este municipio y sus vecinos: sólo lo mejor.
Pero los debates se dice que los carga el diablo, sabes cómo empiezan pero nunca como van a terminar, hasta que han acabado. Al final, como en todo, sólo depende de la educación de los participantes y de que el moderador haga su trabajo y consiga que los demás sean eso, moderados.
La verdad es que una hora después de haber hablado de varios temas importantes -vivienda, movilidad y transporte, y cómo planificamos la ciudad del futuro- salí bastante tranquilo. Porque nosotros proponemos, pero sois vosotros, los vecinos, quienes tenéis la última palabra y otorgáis la confianza (eso es lo que importa, aunque lo llamemos voto) a quien vaya a gestionar Tres Cantos los próximos cuatro años.
Ese juicio inapelable ha confiado en nuestro modelo de ciudad los últimos 16 años. Y el resultado salta a la vista. Para mi, la alternativa es la incertidumbre. Y francamente, los experimentos mejor con gaseosa.