Queridos electores:

En la vida todos necesitamos referentes. Personas que con su ejemplo nos marcan el camino. Por supuesto tenemos referentes muy cercanos que son siempre los primeros y más importantes. En mi caso, y seguro que en el de la mayoría, mis padres. Uno es lo que es gracias a ellos y a su buen ejemplo.

Pero hoy quería hablaros de otra persona a la que siempre he admirado y desde ayer, aún más.

Rafael Nadal, Rafa, es un referente para todo el mundo. Literalmente. Y ayer no necesitó ni esa raqueta con la que se ha convertido en uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, sólo hablar con honestidad, como siempre lo ha hecho, cuando anunció que su cuerpo le obligaba a poner un punto y aparte en su carrera, que no competirá este año en Roland Garros, ni en Wimbledon, ni en el US Open.

Rafa quiere volver y retirarse en alto, en 2024. Desde luego todos esperamos que vuelva con fuerza. Pero tiene todo el derecho a irse “como un señor”, porque siempre lo ha sido. Y ya lo veis, hasta para saber irse es el mejor.

Y lo que yo quiero decirle –y deciros- hoy desde esta humilde tribuna, es que todos deberíamos aprender de su actitud. Especialmente quienes nos dedicamos a la política.

Se puede aspirar a ganar las más altas metas, se puede competir, ganar o perder. Pero se puede hacer de dos formas y sólo de esas dos: la buena, la honesta, la honrada… y la otra.

Gracias Rafa, por esta penúltima lección. Punto, set y partido.