Queridos electores:

La inmensa mayoría de los tricantinos estamos encantados con las estadísticas del Ministerio del Interior en las que Tres Cantos aparece siempre como una de las ciudades más seguras, a veces la primera, en la Comunidad de Madrid.

Algunos nos afean que nos alegremos de unos buenos resultados que, sin embargo, no nos hacen bajar la guardia. Pero suele ocurrir que si en un informe anterior teníamos registrado un único delito concreto y en el siguiente aparecen cuatro, nuestros “haters” oficiales se desgañitan gritando que la criminalidad ha aumentado un 400%, no importa si en municipios del mismo tamaño se producen 30, 60 ó 100 de esos delitos.

Otros manipulan la realidad de forma aún más torticera, vinculando la delincuencia con la inmigración para ver si sembrando el miedo, arañan cuatro votos que no son capaces de conseguir de otra forma más honesta. Como les dijo la presidenta Ayuso, la delincuencia no está relacionada con el origen de las personas. Olvidan que los españoles también fuimos emigrantes. Y que en los años 50 y 60 no abandonábamos nuestra querida patria por placer, ni para delinquir, sino por necesidad, buscando un futuro que entonces era difícil encontrar aquí.

Y os cuento todo esto porque justamente una persona que llegó hace un año desde un país latinoamericano a Tres Cantos, buscando ganarse decentemente la vida y sacar a su familia adelante, me ha felicitado por la seguridad que disfrutamos. Dice que quedó impresionado por la calidad de vida que ofrece Tres Cantos, la amabilidad de los vecinos, la tranquilidad y, sobre todo eso, la seguridad, que está en las antípodas de lo que vivió en su ciudad natal.

Su felicidad es la nuestra. Madrid y Tres Cantos son esa tierra prometida que no pregunta, que acoge y abraza a las personas buenas que nos enriquecen con su cultura, integrándose en la nuestra.

Somos 52.000 tricantinos de 111 nacionalidades y sí, convivimos en armonía, en paz y con mucha seguridad.