Queridos electores:

Seguro que quienes ya peináis canas guardáis entre vuestros recuerdos más preciados alguno de esos días únicos y especiales que se van coleccionando a lo largo de la vida, casi sin darnos cuenta. Mientras los estamos viviendo en presente, no somos conscientes de la importancia que tendrán para nosotros en el futuro.

Lo pensaba ayer, cuando me invitaron a la graduación de los alumnos de 2º de bachillerato del IES Antonio López, mientras estaba sentado en mi butaca del teatro del Centro Cultural Adolfo Suárez. Escuchándolos y rememorando cuando era yo el que se graduaba.

A los jóvenes protagonistas en estos eventos suelo decirles siempre algo muy parecido a esto: “es un día muy especial y estáis aquí, celebrándolo, vestidos de fiesta, súper elegantes todos. Disfrutarlo mucho, porque os lo habéis ganado a pulso. Pero sobre todo, tenéis que quedaros con algo muy importante: esforzarse siempre merece la pena. Al final, uno recoge lo que ha sembrado. Y a partir de ahora empezáis otra etapa en la que vais a tener que seguir sembrando. Pero algún día también recogeréis los frutos, seguro.”.

Claro, los adultos siempre pensando en lo mismo, dirán ellos. Y así tiene que ser, son muy jóvenes y tienen toda la vida por delante. Carpe diem. Pero por suerte, estas generaciones tienen grandes valores muy arraigados ya, como la solidaridad, la responsabilidad social, el respeto a los demás y al entorno…y esa cultura del esfuerzo que de momento, ya les ha llevado a buen puerto.

Ojalá que todos ellos tengan la más feliz de las travesías.