Esta próxima semana serán convocadas las elecciones del 28 de mayo. Vuelvo a someterme a tu confianza con la doble consideración de que valores el trabajo que hemos realizado y, sea cual sea tu decisión, hacerte partícipe de lo que vendrá.
Acudir a unas elecciones no tiene que ver con el hecho de ser, en términos absolutos, el mejor de una contienda. Nadie está capacitado para hacer todo perfecto, pero sí debemos tener la voluntad de hacer lo que es necesario para la comunidad a la que representamos y, así, convencer a los electores de nuestras capacidades. Debemos ser analizados por los hechos y por la calidad de nuestros proyectos. Afortunadamente hay diferentes maneras de entender la vida utilizando distintas herramientas para lograr el que es quizás el más complejo y necesario de los objetivos: la felicidad de cada uno de nosotros.
A lo largo de las próximas semanas iré presentándote un programa electoral que surge del trabajo de personas que me acompañan desde hace tiempo en este hermoso viaje. Unas son conocidas; otros son trabajadores sin los cuales nada hubiéramos conseguido, especialmente en tiempos tan duros como los que hemos vivido. Hablo de una familia, un equipo de Gobierno abnegado en el esfuerzo y funcionarios que hacen posible que el corazón de nuestra ciudad tenga el latido fuerte de su alegría. Y, sobre todo, hablo de vosotros, ciudadanos cultos y exigentes que no renuncian a mejorar cada día.
Konstantinos Kavafis nos señaló que lo importante en nuestro viaje a Ítaca es el valor de las experiencias y las aventuras. Nos enseñó a no temer a las adversidades ni a la cólera de los dioses desde el pensamiento elevado y las emociones que tocan nuestro espíritu. Lo importante es llegar cada día a puertos nunca vistos y aprender de los sabios.
Llegamos en este nuestro viaje a Ítaca enriquecidos por la experiencia de estos años tan duros, con la gratitud a aquellos que nos dejaron y con el deseo de que cada amanecer sea el punto de partida de un viaje lleno de aventuras. ¿Quieres acompañarnos?
